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Las reflexiones que aquí se presentan son personales, no comprometen a ninguna otra persona y pueden ser o no compartidas por el lector a quien respeto sus apreciones con la certeza de que en aspectos de opiniones no existen verdades absolutas.

viernes, 15 de octubre de 2010

CAOS Y MEDIOCRIDAD


CAOS Y MEDIOCRIDAD

No hay peor ciego que el que no quiere ver,
no hay peor sordo que el que no quiere oír,
no hay peor estulto que el que no quiere entender.
Y aunque suene a risa para reír
hay brutos que más no pueden ser
pues sus ignorancias no se los van a permitir.

Están en todas partes, aunque en vano buscaríamos un solo que se reconociera; si lo halláramos sería un original, por el simple hecho de enrolarse en la mediocridad. ¿Quién no se atribuye alguna virtud, cierto aliento o un firme carácter? Muchos cerebros torpes se envanecen de su testarudez, confundiendo la parálisis con la firmeza, que es donde pocos elegidos; los bribones se jactan de bigardía y desvergüenza, equivocándolas con el ingenio, los serviles y los parapocos pavonéanse de honestos, como si la incapacidad del mal pudiera en caso alguno confundirse con la virtud… lo habitual no es el genio ni el idiota, no es talento ni el imbécil. El hombre que nos rodea a millares, el que prospera y se reproduce en el silencio y en la tiniebla, es el mediocre”*
Personas sin ideales, no tiene sueños, cualquier ambición de cambiar los desvela, toda innovación les causa pánico, rutinarios se limitan a repetir “más vale malo conocido que bueno por conocer”.  Aferrados al menor esfuerzo, renuncian a pensar.
 Se les ve asentir con la cabeza a cuanto otros afirman o, como el búho,  ponen mucho cuidado pero no entienden nada y siempre están en desacuerdo por el hábito de llevar la contraria, vociferan con la intensidad de  quien ofrece papas o fritanga. Algunos manotean y hasta asumen posturas de santo de procesión, como si los llevaran en andas convencidos de su inocencia. Realmente son inocentes, pero no por candidez sino por falta de madurez, aunque les  pesen los  años.
Como compensación utilizan el cuchicheo, se reúnen como chacales a devorar la víctima y hasta andan en manadas al amparo de las sombras urdiendo por las alcantarillas, infestando a otras para propagar la epidemia del chismorreo y la envidia.
Estos personajes se encuentran en todas las estancias, y cada día se fabrican más. Así  muchos  niños pasan por las aulas esperando ser promovidos  sin ningún esfuerzo, adormecidos  ni siquiera son factor de molestias en las clases, esperan el transcurrir para recibir un cartón que los acredite como bachilleres sin saber leer ni escribir, menos aún, pensar, son personas hacia el futuro sin actitud reflexiva, incapaces de proponer transformaciones positivas,  quedados únicamente en la crítica malsana y dañina sin ningún criterio.
El mundo, como lo expone la ley  de la entropía, tiende cada vez a mayor caos, cada vez son más los mediocres y los mediocres cada vez se apropian más del mundo, y el mundo en manos de mediocres no puede permitirse sino  mayor deshonestidad, mayor corrupción, y de ellos salen las leyes y normas mediocres que permiten en el mundo cada vez más caos… ¡así es el ciclo de la mediocridad!

Eduardoe
Marzo 2009

*El hombre mediocre, Ingenieros José.

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL HOMBRE SIN SUEÑOS


EL HOMBRE SIN SUEÑOS

Enfrentarnos al mundo no es tarea fácil, es algo a lo que quiérase o no nos toca algún día.
En nuestros primeros años contamos con la protección de nuestros padres, abuelos, tíos u otros familiares o amigos y parece que el mundo transcurre sin mayores Preocupaciones.
A medida que crecemos crecen nuestras expectativas y aumentan nuestras dificultades para afrontar el paso por la vida.
Pero aún desde pequeños soñamos: algunos quizás sueñan con ser superman, el hombre araña, la mujer maravilla o la barby, en general queremos ser ese ídolo del momento, nacido de la fantasía y pretendemos imitarlos.
En otra etapa de nuestra vida infantil empezamos a tejer nuestro futuro y empezamos a soñar en ser el médico, el policía, el bombero, el constructor, la enfermera, la abogada…
Pero llegan los años de la juventud, empezamos a medir las dificultades de la vida y empiezan a desvanecerse los sueños y muchos entonces dejan de soñar.
Hay quienes se dejan arrastrar por la frustración de ver imposibles esos sueños y renuncian a ellos sin siquiera hacer un esfuerzo.
Entonces, terminan atropellados por su “mala suerte”, envueltos en la amargura, sumidos en la desesperación y sin esperanzas de una existencia digna, resignados a su pobre suerte y humillados por el paso de los años.
Son almas muertas en vida: sin ilusiones, sin fantasías, sin sueños.
Por el contrario, hay quienes jamás renuncian a sus sueños, esos que siempre viven de sus ilusiones, que jamás pierden las esperanzas y sus vidas están llenas de ideales.
Esos, forjadores de utopías, son los triunfadores en el mundo.
Ellos jamás dejan de soñar, luchan y se esfuerzan por alcanzar sus metas, tienen propósitos claros y no se dejan vencer por las dificultades y a cada paso un nuevo objetivo los impulsa, un nuevo sueño los motiva, porque el que no sueña… ¡muerto en vida está!
 EDUARDOE
Abril 2004

jueves, 16 de septiembre de 2010

LA INVASIÓN DE LOS ALIENÍGENAS



LA INVASIÓN DE LOS ALIENÍGENAS


A través de la historia se han perpetrado invasiones, ese hecho por el cual un pueblo irrumpe en el territorio de otro apropiándose de sus tierras y sometiendo a sus gentes al dominio físico y cultural.
Son famosas las invasiones de: los hebreos en el año 1250 A.C. al pueblo Palestino, Alejandro Magno en el 326 A.C. a la India, los mongoles al mando de Gengis Kan en el Siglo XIII sobre Europa y Asia, Ingleses y Franceses a África y a Australia, los Españoles a América, Alemania con Hitler a Europa.
La lista es interminable, parece que no hay lugar que no hubiese sido sometido a procesos de invasiones, colonizaciones y dominio extranjero.
Hablar de invasión o colonización implica sometimiento no sólo en lo físico, también en lo cultural.
El cambio de costumbres, la pérdida de identidad, la alteración del sentido de pertenencia, y la pérdida de las religiones propias, son consecuencias de estos procesos. Pero no siempre la invasión se hace con presencia de hombres armados, de tanques de guerra o bombas, también se da mediante instrumentos ideológicos que logran penetrar, someter y cambiar la cultura.
Aunque hoy día persiste la invasión armada como en Irak y en Palestina, la invasión moderna tiene otras herramientas más sutiles como la moda y la música, y utiliza otros medios como la radio, la TV, la internet.
La penetración "Americana" nos ha convertido en "sirvientes útiles" y como en las antiguas invasiones, somos esclavos de los rituales gringos, les rendimos pleitesía, vestimos y adornamos nuestros cuerpos emulándolos y su lenguaje se ha metido en nuestro hablar cotidiano, queremos imitarlos hasta el punto que en nuestros cuadernos o en nuestra alcoba no falta una bandera "Americana", pero sí la de Colombia.
Es claro que la estrategia Gringa da resultados positivos, el más fuerte domina al débil, nuestras pobres mentes se han llenado de "Americanismo", esa es la verdadera invasión de los "alienígenas" que, por si no lo sabe, significa "extranjeros".

 
Eduardoe
Feb. 2004

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡JÓVENES, ES HORA DE DESPERTAR!


¡JÓVENES, ES HORA DE DESPERTAR!

 
A más de 11 años de haber iniciado una "promoción automática" se han ido despejando no sólo los verdaderos intereses del gobierno frente a estas reformas sino también los nefastos resultados de estas políticas.
Claramente el propósito estatal ha sido y sigue siendo el de disminuir los costos educativos, el de resolver el déficit fiscal con los recortes de la educación y de otros sectores.
Ya no hay escuelas sino instituciones
empresariales donde el producto no es el conocimiento sino la cantidad de personas que se deben promocionar.
Resultado de una "promoción automática", sin exigencias, con el facilismo a la mano, tenemos una generación que desconoce la satisfacción del triunfo y que en un mundo competitivo sólo quienes aprenden a luchar pueden alcanzar el éxito.
A través de la historia siempre se ha visto a los pueblos ignorantes sometidos al poder de quienes tienen los conocimientos.
Un pueblo ignorante, es manipulado y tendrá que vivir agachado, sometido al dominio de los "poderosos".
Solo cuando los jóvenes puedan entender la esencia y la fuerza del conocimiento podrán alzar sus voces para reclamar una verdadera educación.
Tristemente para la juventud actual, desde la posición a la cual han llegado (bachilleres que no saben leer ni escribir, que no realizan las mínimas operaciones matemáticas), no podrán salir del oscurantismo en el cual se encuentran, mientras no asuman otra actitud: la de la búsqueda del verdadero conocimiento que los llevé a recuperar sus condiciones de líderes.
¡Jóvenes es hora despertar!


Eduardoe
Oct. 2003

martes, 3 de agosto de 2010

¿CORRUPCIÓN?


¿CORRUPCIÓN?

Es frecuente hablar de la inmoralidad que agobia al país y al mundo en general.
Pareciera que esta es solo de las esferas altas, así, hablamos de la corrupción del estado y nos quejamos porque tal político o cierto funcionario usa su investidura para dar empleo o contratos a sus amigos o a sus parientes.
Y qué decir cuando algunos gobernantes usufructúan del porcentaje en contrataciones.
Pero esto no es exclusivo de las entidades oficiales, también existe el "agi" en la empresa privada.
Es algo tan frecuente que se ha convertido en norma de la sociedad y tan descarada, que es usual escuchar: "todo el mundo lo hace" o "más bobo el que no lo haga".
Parece que lo que duele no es la trampa y el engaño o el abuso del poder, es el no hacerlo nosotros.
En muchos hogares han sido los padres los transmisores de estas prácticas al comentar cómo "tumbaron" a otro en un negocio o simplemente cuando manifiestan que ya tienen la "palanca" para el trabajo deseado.
En la escuela también se aprende la norma del más vivo. No hay que estudiar para ganar el año, hay que ser "astuto para la trampa", tener la capacidad de "convencer con una tierna mirada" u otras artimañas al profesor, e igualmente, existe la "palanca".
El poder del padre y del docente sobre los niños es grande, no tanto con la palabra cómo lo llega a ser con el ejemplo, de ahí que cuando el padre o el profesor usan su influencia para alcanzar ciertos propósitos no está más que enseñando el camino de la corrupción a sus hijos o a sus alumnos.
La corrupción e inmoralidad que nos agobia no se acaba con leyes.
Si bien, es difícil de sobreponer nuestro interés personal ante el interés común y de llegar a entender que en la medida en que se tenga una sociedad de buenas costumbres, que no es necesario "echar ventaja", y que con ello se lograría un mayor equilibrio y justicia social.
La corrupción y la inmoralidad hay que romperlas desde la casa y desde el colegio, no con discursos, sino con el buen ejemplo.
Quienes proclaman que todo
el mundo
lo hace solo tratan de justificar su propia falta de ética.
Pero es bueno saber que existen personas que creen en valores bien orientados, y que aunque esta práctica sea muy frecuente, no todos lo hacen, hay quienes tienen dignidad para ejercer su profesión y vivir con ética y que no se venden al mejor postor.

 
Eduardoe
Nov. 2003

miércoles, 7 de julio de 2010

EL VALOR DE LA PALABRA


EL VALOR DE LA PALABRA
Sólo el ser humano tiene el privilegio de la palabra pensada y discernida y si bien, algunos animales como el loro pueden emitir fonemas estos son producto de una acción refleja, repetitiva pero no pensada y menos razonada.
Esa característica esencial del hombre, sería suficiente para que éste la valorara en toda su dimensión.
En otros tiempos la palabra tenía valor y era símbolo de honor, hasta el punto de comprometer la vida por ella. Bastaba dar la palabra y era suficiente.
El panorama hoy, es otro.
Ya nadie cree en la palabra empeñada y pareciera que para la mayoría simplemente es un juego en el que se promete y no se cumple, se dice y se retracta, se afirma y se niega y hasta se duda de "¿yo lo dije... ?, bueno, ... de pronto sí, pero tal vez no...
Es tal el estado actual del valor de la palabra, que ya nadie hace un contrato, un acuerdo o un convenio sino es por escrito, firmado y con testigos.
La palabra ya no tiene valor y hasta lo escrito es negado…
No es raro escuchar: "pues sí, se parece a la letra mía…, pero no me acuerdo…" o "esa sí es mi firma pero ¿¡yo firmé eso…!?"
Para colmo, ya en todo se piden "evidencias" y en la casa y en el colegio desde los primeros grados los niños aprenden a decir mentiras o a desmentir a otro si éste no tiene pruebas.
La palabra de los padres (y que decir la de los abuelos) era sagrada y respetada, tanto por la dignidad que tal hecho implica, como porque tenía autoridad moral.
La palabra del maestro y maestra era digna de credibilidad, por el simple hecho de educar, lo que implica formar con el ejemplo, era tal que los padres depositaban toda su confianza y la escuela era considerada la segunda familia.
Y en aquellos tiempos, cuando las ciudades apenas eran aldeas, el alcalde, el cura, el juez, el carnicero, el tendero, el obrero, el campesino,… eran considerados personas de bien y su palabra respetada.
Hoy día la gran mayoría apuesta a la palabra – oral o escrita – como un simple juego de fonemas o grafías, sin sentido, sin valor y desprendida del proceso de razonamiento que le dé el valor que se merece.
Eduardoe
Mayo/2006

viernes, 25 de junio de 2010


BACHILLERES PARA LA GUERRA
 
Años atrás se preparaban a los niños y a los jóvenes para convertirlos en profesionales, pretendiendo con ello elevar el nivel socio económico y cultural de las familias, así como mejorar la calidad de vida de toda la comunidad. Se decía entonces que "el mejor legado que un padre podía dejarles a sus hijos era el estudio".
 
Cada familia, en su gran mayoría de origen campesina u obrera soñaba tener un médico, un ingeniero, un abogado, un sacerdote o un oficial de las fuerzas armadas.
 
Eran épocas de sueños e ilusiones, que a pesar del origen humilde, muchas personas llegaron a cumplir y hoy día son grandes profesionales o destacados empresarios. Tuvieron esa oportunidad gracias a una educación sólida, con férreos principios de disciplina, de valores humanos y de exigencia académica.
 
El panorama ahora es desalentador: una educación de mala calidad (auspiciada por la promoción automática, - los jóvenes pueden graduarse como bachilleres sin saber leer ni escribir-). Muchachos que, al amparo de las leyes que protegen al menor, violan las normas diseñadas para proteger la sociedad. Niños, que bajo los parámetros de una psicología que propende por el libre desarrollo de la personalidad, se forman en anti valores, sin respeto por los demás, sin acatamiento de las mínimas pautas de urbanidad, influenciados a través de los medios por una cultura en la que se rinde tributo a "Rambo", al "Soldado Universal",... el culto a las armas y a la violencia...
 
Una muchachada que no tiene condiciones académicas, ni posibilidades económicas para aspirar a una formación universitaria, engañada por el gobierno y desengañada por sus propias apetencias, se resigna a la suerte de buscar empleo en lo único que hoy puede encontrar: guerrilla, ejército, paramilitares, Inpec, policía...
 
Entidades en donde con una preparación de menos de un año, tiene trabajo asegurado y puede salir a devengar más de dos salarios mínimos, cuando un profesional con 5 años de carrera apenas puede aspirar a un empleo (incierto) que en la mayoría de los casos está por debajo de esa cifra.
 
Así se está dando cumplimiento a lo que parece ser un mandato: preparar Bachilleres para la guerra.
 
Eduardoe.
Dic. 2005

domingo, 20 de junio de 2010

PROFESIONALES IPSO FACTO


PROFESIONALES 

IPSO   FACTO

 
¿Qué opinaría usted si al visitar a su médico este le manifiesta que: efectivamente él tiene título como profesional de la medicina otorgado por una universidad reconocida, pero no le puede recetar ya que nunca pudo aprobar la clase de "diagnóstico", y si se trata de operar mucho menos, pues esa clase sí que nunca la pudo entender, pero ya que no se puede repetir una materia (esto es muy costoso para la universidad), esta optó por otorgarle "por decreto" el título de médico cirujano?

 
¿Si al construir su casa el ingeniero le dice que: No sabe cuánto material va a emplear pues, en la universidad, nunca pudo entender cómo se efectuaban estos cálculos, ¡ah! Y menos garantizar qué tiempo puede estar en pie su vivienda, ya que nunca pudo asistir a la cátedra de cálculo estructural, pero "por decreto" él es ingeniero civil?

 
¿Y qué pensar cuando su abogado le confiese que: Usted ha sido condenado a cadena perpetua, pues  él no sabe cómo redactar una defensa, ni conoce las leyes que en últimas a usted le aplicaron pues, en la U, nunca tuvo tiempo ni interés en estudiar eso, pero "por decreto" él es profesional en derecho penal?

 
Pero bueno, la cosa no parece tan grave cuando sabemos que, existen muchas otras profesiones que son desempeñadas por personas especializadas en campos totalmente diferentes o por personas que ni siquiera han pasado por una universidad, pero que: "por decreto" han sido nombrados para tal o cual cargo. Así, no es raro tener: médicos, dirigiendo oficinas de tránsito; arquitectos, administrando programas de agricultura; abogados, dirigiendo hospitales; topógrafos, como secretarios de educación; cosmetólogos, como asesores jurídicos...

 
Si sabemos que: a Juán le dieron un "buen cargo" porque trabajó muy duro en la campaña pegando afiches toda la noche, a Pedro lo ubicaron en una buena dirección, porque es el primo del candidato y a María en la secretaría de relaciones, porque es una niña encantadora, ¡ah! no importa de sus preparaciones ni si tienen títulos, ahí, "por decreto", irán aprendiendo.

 
Si lo último, ya es una realidad, lo primero no está lejos de serlo.

 
Se sabe que desde hace varios años se viene implementado la promoción automática tanto en primaria como en secundaria y en la educación media, ratificada ahora último con el decreto 0230 de febrero 11 de 2002.

 
Aprendan o no, a los niños y jóvenes hay que pasarlos de un grado al siguiente. No interesa, que tanto han asimilado ni que tanta responsabilidad manejan, ni siquiera el ritmo de aprendizaje, pues aprendan o no, deben ser promovidos al grado siguiente, como quien construye un quinto piso sin haber terminado el cuarto, y en algunos casos colocar el techo sin haber hecho los cimientos.

 
Tenemos una generación de jóvenes que han alcanzado sus títulos de bachilleres sin el sabor del esfuerzo y que enfrentados al paso hacia la universidad ni están preparados para iniciarla, ni tienen las condiciones para asumirla, entonces: o se contentan con su cartón insulso de bachilleres dispuestos a engrosar las filas de empleados rasos, de obreros o de peones, o a engrosar las masas de desempleados, o a realizar grandes sacrificios, especialmente económicos, tomando cursos pre universitarios, de capacitación o estudios intermedios de formación no formal, para así cerrar el ciclo.

 
Y las universidades, ¿qué será de ellas, cuando, como ya se está viviendo: o se quedan sin estudiantes, o cuenta con un alto número de jóvenes sin preparación, incapaces de asumir el reto de una formación profesional?

 
Tendrán entonces que reducirse a un grupo minoritario de privilegiados, o ajustarse a los procedimientos a los cuales están acostumbrados los jóvenes, y entonces, empezar a otorgar títulos "por decreto"

 
Costumbre que en nuestro país las clases políticas han venido implementado desde hace ya mucho tiempo, y así es como tenemos a Juán, a Pedro y a María, ejerciendo cargos, que sin ser, en muchos casos, ni bachilleres, hay que decirles "mi doctor". Igual llegan sin ninguna preparación y sin ninguna visión, empleados en todos los cargos: secretarios, dirigentes, "jefes", y hasta ministros... todos nombrados "por decreto".

 

 

Eduardoe

Mayo 2002

sábado, 29 de mayo de 2010

EFRANCOR


Nombre: Eduardo Emilio Franco Rocha
Ciudad: Sevilla
Departamento: Valle
País: Colombia

IDENTIFICACIÓN:
LA VILLA DE ÍCARO