GRACIAS POR VISITAR ESTA PÁGINA

Las reflexiones que aquí se presentan son personales, no comprometen a ninguna otra persona y pueden ser o no compartidas por el lector a quien respeto sus apreciones con la certeza de que en aspectos de opiniones no existen verdades absolutas.

miércoles, 26 de enero de 2011

LA SUMISIÓN DE LA MENTE O DE LA POBREZA INTELECTUAL



LA SUMISIÓN DE LA MENTE O DE LA POBREZA INTELECTUAL 

   En todos los tiempos ha existido y siempre existirá la mediocridad y la pobreza intelectual.
La falta de conocimiento somete al hombre, la ignorancia lo hace sumiso sin posibilidades de tener una actitud reflexiva sobre el quehacer diario y termina convertido en un peón que como ficha de ajedrez cumple un papel importante, pero está destinado al sacrificio para defender al rey.
Así, permanentemente vemos personas que deambulan al lado de otra, sin carácter ni criterios en la vida, destinadas al servilismo la acompañan con más fidelidad que la misma sombra.
Se caracterizan por la pereza intelectual, no producen ideas ni tienen que pensar, simplemente asentir a la voluntad del otro, adherirse a su ideología y estar dispuestos a servirle.
Como perros falderos se ponen tristes cuando se quedan solas y agitan la cola de felicidad en los encuentros.
Solas se sienten desprotegidas e incapaces de tomar decisiones.
Siempre esperan que el “amo” les haga la seña para echarse a su lado, ladran y corretean a su alrededor en un afán de hacerse notar y halagar al patrón.
Son simples títeres que aparecen en escena haciendo los movimientos y gestos que tras bambalinas maneja el marionetista.

Actúan de acuerdo a un libreto previamente acordado, no poseen la facultad de improvisar y dejan que otras piensen y les indiquen que hacer.
Pero también las hay, quienes forman alianzas y únicamente piensan cuando están juntas. Cada una actúa como una neurona que entra en sinapsis con las otras, pero cuando está sola se adormece carente de toda opción de pensar y de decidir.
Estas terminan adheridas entre sí, como un solo ser, parecieran pólipos parasitarios, no tienen individualidad y se escudan entre sí.
Ante esto, el conocimiento se convierte en un elemento importante en nuestras vidas, ya que permite desarrollar una actitud reflexiva, nos da independencia y evita que seamos manipulados viviendo sometidos a los caprichos de otros.
Lo cierto es que: El conocimiento da poder.
Eduardoe. Abril 2010