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Las reflexiones que aquí se presentan son personales, no comprometen a ninguna otra persona y pueden ser o no compartidas por el lector a quien respeto sus apreciones con la certeza de que en aspectos de opiniones no existen verdades absolutas.

sábado, 30 de abril de 2011

BRUJAS...¡QUÉ LAS HAY, LAS HAY!



 BRUJAS… ¡QUÉ LAS HAY, LAS HAY!

En los tiempos modernos la ficción ciencia nos monta en una sofisticada máquina, llena de computadoras y en ella viajamos a través del tiempo, pero ¿por qué no hacerlo montados en una escoba y retroceder hasta los inicios de la humanidad?  Así, tal vez descubriríamos el origen de las brujas.

En todos los tiempos y culturas han existido interrogantes frente a muchos fenómenos,  y aún hoy, con todo el conocimiento y tecnología moderna, tenemos muchas preguntas sin respuestas y ante situaciones inusitadas que no podemos explicar, recurrimos a buscar soluciones en la superstición, atribuyéndoselas a fuerzas divinas o malignas.

Las personas menos cultas y de escaso desarrollo social, son las que más  entrañan mitos y  creencias, tales como la hechicería, la brujería, el vudú, el mal de ojo, los exorcismos, la curandería.

Y aunque se trata de hacer distinción entre rituales del bien y del mal, entre la magia blanca y la magia negra, la hechicería y la brujería, la verdad es que unas y otras se soportan sobre las  “creencias populares”, el temor a lo desconocido y el miedo al castigo o a la ira de lo divino o de lo maligno.

Muchas historias sobre brujas y brujos giran sobre la vida sexual, la búsqueda de los placeres en lo más profundo de los sentidos, tal es el caso de los aquelarres, reuniones “diabólicas” que terminan en orgías.

El símbolo de la “bruja volando en una escoba”, se atribuye a dos situaciones: el “vuelo” producido por el consumo de sustancias alucinógenas como la belladona, el beleño, la mandrágora y el estramonio y la “escoba” como elemento fálico que impregnado en estas sustancias era utilizado para la excitación.

En la época del medioevo, la imposición de un modelo machista por eclesiásticos y políticos que veían con preocupación el que algunas mujeres adquirían conocimientos en botánica y anatomía prestando útiles servicios como parteras y expertas en sexualidad y reproducción, conocían sobre sustancias para el aborto y para la fertilidad y algunas de estas (más en una franca situación de oportunismo) se aventuraban a ser consejeras en el amor preparando perfumes, pócimas y “rezos” para los males del alma,  todo lo cual fue catalogado como poderes otorgados por el Diablo.

Es notorio, a través de los relatos históricos cómo se hace énfasis en “la bruja” (término femenino), mientras “brujo” (masculino) se diluye a través de la expresión “mago”, la primera asociada a lo maléfico y el segundo difuminado como benefactor, una clara muestra del propósito discriminador de sexo.

Se suma a estas apreciaciones,  prostitutas y  amantes sorprendidas in fraganti, que han sido  perseguidas y condenadas como brujas,  por considerarse como una afrenta moral y castigar de alguna manera la infidelidad femenina (auspiciada en la mayoría de los casos por la mujer que recibe el agravio y ofendida contra “la otra” termina  fortaleciendo de esa manera el modelo masculino).

De ahí que se recurre a ellas en búsqueda de las pócimas del amor, de la fragancia para atrapar al ser amado, de los rezos y conjuros contra los rivales. Así, las brujas han sido mediadoras de las insatisfacciones y desengaños  amorosos,  connotación que  aún perdura, por eso  no es extraño escuchar a una esposa celosa decirle a su marido: “¡ya vas para donde esa bruja!”

Eduardoe

lunes, 11 de abril de 2011

¿ALUMNO O ESTUDIANTE?


Cl 51 Cr 51 vista sur (foto: J.Barreto)

¿ALUMNO O ESTUDIANTE?

Hace días se viene escuchando que no está bien hablar de “alumno” que es mejor decir “estudiante”.

Alguien afirmaba que “alumno” era un peyorativo (es decir una palabra despectiva o despreciativa)  por cuanto vendría de la expresión a – lumen, donde a  es la partícula privativa y lumen palabra latina que significa  luz u ojo, así “alumno” sería “sin luz” o “sin ojo”.

Pero otra cosa dice la Real Academia Española: Alumno (a): Del lat. alumnus, de alĕre, alimentar. Igualmente de esta se deriva altum que significa alto, elevado. Por lo tanto la buena interpretación de la palabra “alumno” es: “persona que se alimenta, que crece, que se eleva”. De la misma raíz proviene adolescente (adolescere), el que crece y adulto (adultus) el que creció.

Pero aún, interpretada en la primera acepción, no puede considerarse como despectiva, ya que quien está en estas condiciones “está abriendo los ojos”, “conociendo la luz que lo pueda guiar en la vida”.

En resumen es tan errónea la apreciación de que la palabra sea despectiva como que signifique “sin luz”.

Pero nuestro idioma, bastante   rico,  ofrece otras expresiones como: estudiante, educando, aprendiz,  discípulo, escolar, colegial.

Lo que es interesante, más que la semántica, es la realidad del papel que se asume hoy día por quienes cumplen este rol.

Así, el “alumno” moderno “da palos de ciego”, expresión que se aplica para referirnos a las intentonas realizadas indiscriminadamente y con escasas posibilidades de éxito.

Y si habláramos de “estudiante” esto poco aplica hoy día, ya a los colegios se va a pasar el tiempo pero poco o nada a estudiar y menos se asiste con vocación de  aprendiz.

“Educando”, viene de ex ducere, sacar los valores y los conocimientos, sacar de la ignorancia al conocimiento, pero pocos se prestan a ello.

“Discípulo”, persona que sigue la orientación de un maestro y/o sus doctrinas… pocos, muy pocos.

Bueno será mejor utilizar “escolar” o “colegial” porque por lo menos está matriculado (importantísimo para el estado: ¡está en el sistema educativo!), aunque al final simplemente lo promuevan sin importar si se encuentra en la oscuridad, o si se ha alimentado con conocimientos y valores, o que no haya aprendido, pero por lo menos  hizo acto de presencia…, aunque sin hacerlo también hoy día se promociona.

Eduardoe. May /09

miércoles, 26 de enero de 2011

LA SUMISIÓN DE LA MENTE O DE LA POBREZA INTELECTUAL



LA SUMISIÓN DE LA MENTE O DE LA POBREZA INTELECTUAL 

   En todos los tiempos ha existido y siempre existirá la mediocridad y la pobreza intelectual.
La falta de conocimiento somete al hombre, la ignorancia lo hace sumiso sin posibilidades de tener una actitud reflexiva sobre el quehacer diario y termina convertido en un peón que como ficha de ajedrez cumple un papel importante, pero está destinado al sacrificio para defender al rey.
Así, permanentemente vemos personas que deambulan al lado de otra, sin carácter ni criterios en la vida, destinadas al servilismo la acompañan con más fidelidad que la misma sombra.
Se caracterizan por la pereza intelectual, no producen ideas ni tienen que pensar, simplemente asentir a la voluntad del otro, adherirse a su ideología y estar dispuestos a servirle.
Como perros falderos se ponen tristes cuando se quedan solas y agitan la cola de felicidad en los encuentros.
Solas se sienten desprotegidas e incapaces de tomar decisiones.
Siempre esperan que el “amo” les haga la seña para echarse a su lado, ladran y corretean a su alrededor en un afán de hacerse notar y halagar al patrón.
Son simples títeres que aparecen en escena haciendo los movimientos y gestos que tras bambalinas maneja el marionetista.

Actúan de acuerdo a un libreto previamente acordado, no poseen la facultad de improvisar y dejan que otras piensen y les indiquen que hacer.
Pero también las hay, quienes forman alianzas y únicamente piensan cuando están juntas. Cada una actúa como una neurona que entra en sinapsis con las otras, pero cuando está sola se adormece carente de toda opción de pensar y de decidir.
Estas terminan adheridas entre sí, como un solo ser, parecieran pólipos parasitarios, no tienen individualidad y se escudan entre sí.
Ante esto, el conocimiento se convierte en un elemento importante en nuestras vidas, ya que permite desarrollar una actitud reflexiva, nos da independencia y evita que seamos manipulados viviendo sometidos a los caprichos de otros.
Lo cierto es que: El conocimiento da poder.
Eduardoe. Abril 2010

viernes, 15 de octubre de 2010

CAOS Y MEDIOCRIDAD


CAOS Y MEDIOCRIDAD

No hay peor ciego que el que no quiere ver,
no hay peor sordo que el que no quiere oír,
no hay peor estulto que el que no quiere entender.
Y aunque suene a risa para reír
hay brutos que más no pueden ser
pues sus ignorancias no se los van a permitir.

Están en todas partes, aunque en vano buscaríamos un solo que se reconociera; si lo halláramos sería un original, por el simple hecho de enrolarse en la mediocridad. ¿Quién no se atribuye alguna virtud, cierto aliento o un firme carácter? Muchos cerebros torpes se envanecen de su testarudez, confundiendo la parálisis con la firmeza, que es donde pocos elegidos; los bribones se jactan de bigardía y desvergüenza, equivocándolas con el ingenio, los serviles y los parapocos pavonéanse de honestos, como si la incapacidad del mal pudiera en caso alguno confundirse con la virtud… lo habitual no es el genio ni el idiota, no es talento ni el imbécil. El hombre que nos rodea a millares, el que prospera y se reproduce en el silencio y en la tiniebla, es el mediocre”*
Personas sin ideales, no tiene sueños, cualquier ambición de cambiar los desvela, toda innovación les causa pánico, rutinarios se limitan a repetir “más vale malo conocido que bueno por conocer”.  Aferrados al menor esfuerzo, renuncian a pensar.
 Se les ve asentir con la cabeza a cuanto otros afirman o, como el búho,  ponen mucho cuidado pero no entienden nada y siempre están en desacuerdo por el hábito de llevar la contraria, vociferan con la intensidad de  quien ofrece papas o fritanga. Algunos manotean y hasta asumen posturas de santo de procesión, como si los llevaran en andas convencidos de su inocencia. Realmente son inocentes, pero no por candidez sino por falta de madurez, aunque les  pesen los  años.
Como compensación utilizan el cuchicheo, se reúnen como chacales a devorar la víctima y hasta andan en manadas al amparo de las sombras urdiendo por las alcantarillas, infestando a otras para propagar la epidemia del chismorreo y la envidia.
Estos personajes se encuentran en todas las estancias, y cada día se fabrican más. Así  muchos  niños pasan por las aulas esperando ser promovidos  sin ningún esfuerzo, adormecidos  ni siquiera son factor de molestias en las clases, esperan el transcurrir para recibir un cartón que los acredite como bachilleres sin saber leer ni escribir, menos aún, pensar, son personas hacia el futuro sin actitud reflexiva, incapaces de proponer transformaciones positivas,  quedados únicamente en la crítica malsana y dañina sin ningún criterio.
El mundo, como lo expone la ley  de la entropía, tiende cada vez a mayor caos, cada vez son más los mediocres y los mediocres cada vez se apropian más del mundo, y el mundo en manos de mediocres no puede permitirse sino  mayor deshonestidad, mayor corrupción, y de ellos salen las leyes y normas mediocres que permiten en el mundo cada vez más caos… ¡así es el ciclo de la mediocridad!

Eduardoe
Marzo 2009

*El hombre mediocre, Ingenieros José.

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL HOMBRE SIN SUEÑOS


EL HOMBRE SIN SUEÑOS

Enfrentarnos al mundo no es tarea fácil, es algo a lo que quiérase o no nos toca algún día.
En nuestros primeros años contamos con la protección de nuestros padres, abuelos, tíos u otros familiares o amigos y parece que el mundo transcurre sin mayores Preocupaciones.
A medida que crecemos crecen nuestras expectativas y aumentan nuestras dificultades para afrontar el paso por la vida.
Pero aún desde pequeños soñamos: algunos quizás sueñan con ser superman, el hombre araña, la mujer maravilla o la barby, en general queremos ser ese ídolo del momento, nacido de la fantasía y pretendemos imitarlos.
En otra etapa de nuestra vida infantil empezamos a tejer nuestro futuro y empezamos a soñar en ser el médico, el policía, el bombero, el constructor, la enfermera, la abogada…
Pero llegan los años de la juventud, empezamos a medir las dificultades de la vida y empiezan a desvanecerse los sueños y muchos entonces dejan de soñar.
Hay quienes se dejan arrastrar por la frustración de ver imposibles esos sueños y renuncian a ellos sin siquiera hacer un esfuerzo.
Entonces, terminan atropellados por su “mala suerte”, envueltos en la amargura, sumidos en la desesperación y sin esperanzas de una existencia digna, resignados a su pobre suerte y humillados por el paso de los años.
Son almas muertas en vida: sin ilusiones, sin fantasías, sin sueños.
Por el contrario, hay quienes jamás renuncian a sus sueños, esos que siempre viven de sus ilusiones, que jamás pierden las esperanzas y sus vidas están llenas de ideales.
Esos, forjadores de utopías, son los triunfadores en el mundo.
Ellos jamás dejan de soñar, luchan y se esfuerzan por alcanzar sus metas, tienen propósitos claros y no se dejan vencer por las dificultades y a cada paso un nuevo objetivo los impulsa, un nuevo sueño los motiva, porque el que no sueña… ¡muerto en vida está!
 EDUARDOE
Abril 2004

jueves, 16 de septiembre de 2010

LA INVASIÓN DE LOS ALIENÍGENAS



LA INVASIÓN DE LOS ALIENÍGENAS


A través de la historia se han perpetrado invasiones, ese hecho por el cual un pueblo irrumpe en el territorio de otro apropiándose de sus tierras y sometiendo a sus gentes al dominio físico y cultural.
Son famosas las invasiones de: los hebreos en el año 1250 A.C. al pueblo Palestino, Alejandro Magno en el 326 A.C. a la India, los mongoles al mando de Gengis Kan en el Siglo XIII sobre Europa y Asia, Ingleses y Franceses a África y a Australia, los Españoles a América, Alemania con Hitler a Europa.
La lista es interminable, parece que no hay lugar que no hubiese sido sometido a procesos de invasiones, colonizaciones y dominio extranjero.
Hablar de invasión o colonización implica sometimiento no sólo en lo físico, también en lo cultural.
El cambio de costumbres, la pérdida de identidad, la alteración del sentido de pertenencia, y la pérdida de las religiones propias, son consecuencias de estos procesos. Pero no siempre la invasión se hace con presencia de hombres armados, de tanques de guerra o bombas, también se da mediante instrumentos ideológicos que logran penetrar, someter y cambiar la cultura.
Aunque hoy día persiste la invasión armada como en Irak y en Palestina, la invasión moderna tiene otras herramientas más sutiles como la moda y la música, y utiliza otros medios como la radio, la TV, la internet.
La penetración "Americana" nos ha convertido en "sirvientes útiles" y como en las antiguas invasiones, somos esclavos de los rituales gringos, les rendimos pleitesía, vestimos y adornamos nuestros cuerpos emulándolos y su lenguaje se ha metido en nuestro hablar cotidiano, queremos imitarlos hasta el punto que en nuestros cuadernos o en nuestra alcoba no falta una bandera "Americana", pero sí la de Colombia.
Es claro que la estrategia Gringa da resultados positivos, el más fuerte domina al débil, nuestras pobres mentes se han llenado de "Americanismo", esa es la verdadera invasión de los "alienígenas" que, por si no lo sabe, significa "extranjeros".

 
Eduardoe
Feb. 2004

lunes, 13 de septiembre de 2010

¡JÓVENES, ES HORA DE DESPERTAR!


¡JÓVENES, ES HORA DE DESPERTAR!

 
A más de 11 años de haber iniciado una "promoción automática" se han ido despejando no sólo los verdaderos intereses del gobierno frente a estas reformas sino también los nefastos resultados de estas políticas.
Claramente el propósito estatal ha sido y sigue siendo el de disminuir los costos educativos, el de resolver el déficit fiscal con los recortes de la educación y de otros sectores.
Ya no hay escuelas sino instituciones
empresariales donde el producto no es el conocimiento sino la cantidad de personas que se deben promocionar.
Resultado de una "promoción automática", sin exigencias, con el facilismo a la mano, tenemos una generación que desconoce la satisfacción del triunfo y que en un mundo competitivo sólo quienes aprenden a luchar pueden alcanzar el éxito.
A través de la historia siempre se ha visto a los pueblos ignorantes sometidos al poder de quienes tienen los conocimientos.
Un pueblo ignorante, es manipulado y tendrá que vivir agachado, sometido al dominio de los "poderosos".
Solo cuando los jóvenes puedan entender la esencia y la fuerza del conocimiento podrán alzar sus voces para reclamar una verdadera educación.
Tristemente para la juventud actual, desde la posición a la cual han llegado (bachilleres que no saben leer ni escribir, que no realizan las mínimas operaciones matemáticas), no podrán salir del oscurantismo en el cual se encuentran, mientras no asuman otra actitud: la de la búsqueda del verdadero conocimiento que los llevé a recuperar sus condiciones de líderes.
¡Jóvenes es hora despertar!


Eduardoe
Oct. 2003